CSM 100
Versión con cuerdas y voz:
Letra, métrica, rima, división silábica, pronunciación (fonética) y partitura:
Esta
é de loor.
Santa María,
Strela do dia,
mostra-nos vía
pera Déus e nos guía.
Ca veer faze-los errados
Santa María,
Strela do dia,
mostra-nos vía
pera Déus e nos guía.
Ca veer faze-los errados
que perder foran per pecados
entender de que mui culpados
son; mais per ti son perdõados
da osadía
que lles fazía
fazer folía
mais que non devería.
entender de que mui culpados
son; mais per ti son perdõados
da osadía
que lles fazía
fazer folía
mais que non devería.
Santa María…
Amostrar-nos deves carreira
por gãar en toda maneira
a sen par luz e verdadeira
que tu dar-nos pódes senlleira;
ca Déus a ti a
outorgaría
e a querría
por ti dar e daría.
Santa María...
Guïar ben nos pód’ o téu siso
por gãar en toda maneira
a sen par luz e verdadeira
que tu dar-nos pódes senlleira;
ca Déus a ti a
outorgaría
e a querría
por ti dar e daría.
Santa María...
Guïar ben nos pód’ o téu siso
mais ca ren pera Paraíso
u Déus ten sempre goy’ e riso
pora quen en el creer quiso;
e prazer -m-ía
se te prazía
que foss’ a mía
alm’ en tal compannía.
Santa María…
u Déus ten sempre goy’ e riso
pora quen en el creer quiso;
e prazer -m-ía
se te prazía
que foss’ a mía
alm’ en tal compannía.
Santa María…
Estrella del día
muéstranos la vía
para Dios y guíanos.
Pues haces ver a los errados
que
se perdieron por sus pecados
entender que son muy culpados;
pero por Ti son perdonados
de la osadía
que les hacía
hacer locuras
que no deberían.
Santa María...
entender que son muy culpados;
pero por Ti son perdonados
de la osadía
que les hacía
hacer locuras
que no deberían.
Santa María...
Debes mostrarnos la senda
con
la que ganemos a toda costa
la luz verdadera y sin par
que Tú sola puedes darnos señera;
pues Dios a Ti
la otorgaría
y la querría dar por Ti
y la daría.
Santa María...
la luz verdadera y sin par
que Tú sola puedes darnos señera;
pues Dios a Ti
la otorgaría
y la querría dar por Ti
y la daría.
Santa María...
Guiarnos bien puede tu juicio
mejor que nadie hacia el Paraíso
que Dios tiene siempre gozo y alegría
para quien en él creer quiso;
y me placería
si te placiera
que fuese mi
alma en tal compañía.
Santa María...
que Dios tiene siempre gozo y alegría
para quien en él creer quiso;
y me placería
si te placiera
que fuese mi
alma en tal compañía.
Santa María...
“Santa María Strela do día”:
contenido verbal, musical y visual.
La Cantiga 100 puede considerarse una
obra de arte integral, que combina:
- contenido verbal, ya que es una
composición poética, orientada a comunicar un mensaje religioso, de
loor a la Virgen;
- contenido musical, ya que las cantigas
están destinadas al canto, en este caso, con acompañamiento
musical;
- contenido visual, ya que cuenta con
miniaturas que acompañan la letra y la partitura. La Cantiga 100 está
ilustrada con iluminaciones.
Por lo tanto, se trata de una
composición de interés desde el punto de vista literario, musical y
pictórico.
El
mensaje religioso es el centro en torno al cual gira el resto de las
artes.
1. Contenido verbal
Las Cantigas de Santa María
fueron compuestas en galaico-portugués. Alfonso X dispuso que el
castellano fuera la lengua para los asuntos oficiales y del orden
civil, y que el galaico-portugués fuera la lengua para la poesía,
la expresión lírica y emotiva.
La
estructura poética de la Cantiga 100 se basa en el llamado virelai
francés, modo poético-musical
muy difundido hacia 1250, y que se encuentra presente en 360 cantigas
de las más de 400 reunidas en el códice de El Escorial. El virelai
consiste en un estribillo, al
que Alfonso denominó, razón -también
conocido como refrán-, que se repite intercaladamente con las coplas que desarrollan la
narración o el motivo de la obra.
La
estructura de la cantiga favorece la participación coral del
público, recreando una dinámica responsorial. De esta manera, la
interpretación y recepción de esta cantiga debió haber estado
inmersa en un ambiente devocional colectivo; una experiencia
cognitiva y espiritual tomada del espacio clerical, reproducida y
resignificada en el palacio, como otro espacio de sacra existencia. Aun cuando se sabe que el rey Sabio en el desarrollo de su proyecto
poético buscó diferenciarse del ámbito eclesiástico, igualmente
tomó estructuras propias de la liturgia, ya que eran las más
conocidas para aquellos a quienes estaba dirigida la obra, a fin de
hacer su composición lo más pertinente posible a la cultura lírica
de sus vasallos.
El virelai
fue
una herramienta aprovechada para difundir el culto mariano y la
propia figura monárquica, legitimada místicamente por ser el amante
de la divina Dama.
“Santa María, Strela do día” es
un poema de loor, que además de ser una alabanza a la Virgen es una
súplica expresada en primera persona, al comienzo en número plural, y finalmente, en singular, a la que puede
sumarse todo aquel que la cante (e
prazer -m-ía / se te prazía / que foss’ a mía / alm’ en tal
compannía).
Si bien esta cantiga está escrita en tiempo
presente, comprende también el futuro, ya que el alma fiel aspira a
llegar al cielo en compañía de María.
Como las demás cantigas de loor, no da
cuenta de un milagro en particular, por lo tanto su estructura es
menos narrativa. Su mensaje contribuye a la difusión del culto
mariano, tan extendido en los siglos XII y XIII, por lo tanto posee
también valor religioso. En este sentido, la composición tiene
además valor didáctico, ya que dentro de la devoción a la
Santísima Virgen explica determinados aspectos, entre los que se
destacan los siguientes. La Virgen María:
- puede guiarnos al camino hacia Dios y
al Paraíso,
- puede facilitar la conversión de los
pecadores,
- es intercesora ante Dios.
Valor simbólico de la estrella
Otro
elemento a apreciar en la recepción de la Cantiga 100 es la figura
simbólica utilizada en ella, destacada en el refrán, estribillo o
razón: “Santa María, Strela
do día”,
que aporta rasgos de significado a la composición.
“Estrella del
día”, stella
matutina o estrella
de la mañana es una figura con una vasta trayectoria en el
imaginario medieval. Se relaciona con la estrella matutina que
preanuncia al sol, así como la Virgen precede a
Jesucristo, la Luz que vino a iluminar el mundo, el Salvador de los
hombres. Esta figura puede relacionarse además con la estrella que
guía a los marineros, Stella
Maris,
que posiblemente sea la estrella polar que precede al sol. La
referencia a María como Estrella no sería ajena tampoco a un rey
Sabio que entre otras disciplinas conocía la astronomía.
La
figura de la Virgen como Estrella respondía al modelo mariano que se
buscaba difundir. La Virgen como Estrella se invoca, en la Cantiga
100, para que ilumine y guíe a la cristiandad atribulada, con el
objeto de que le permita escapar del pecado y a través de su
intercesión pueda conseguir la salvación. La familiaridad del auditorio
con estos conceptos debe haber facilitado la llegada y aprendizaje
tanto del mensaje como de la letra; y debe haber favorecido su
participación coral en la interpretación. Como luego veremos, no
solo la música ya tenía su referente en la tradición social y
artística medieval, sino que el mismo texto y su mensaje se
complementan con la melodía para hacer de la Cantiga 100 una obra
plenamente pertinente para la recepción de su tiempo.
Retomando
el sentido de Strela do día,
en 1272, Alfonso X creó la Orden Militar de Santa María de España,
cuyo emblema era una estrella.
Sello de la Orden de Santa María de España.
La Virgen sostiene al
Divino Niño en el brazo izquierdo
y en la mano derecha lleva un
ramo,
dentro de una estrella con ocho puntas.
Esta
orden se orientó especialmente a la milicia naval. Estaba integrada
por clérigos, caballeros y otros freires laicos. Contó con el apoyo
de cuatro conventos principales, a modo de capitanías generales de
departamentos marítimos, que abarcaban la totalidad del litoral
castellano: Cartagena, San Sebastián, La Coruña y Puerto de Santa
María.
En la Cantiga 78 (Códice de Florencia) se hace referencia a la Orden de Santa María de España; usualmente se la conoció como como Orden de la Estrella. En las miniaturas de la Cantiga 299 (Código Escurialense) puede verse el atuendo que vestían los frailes y caballeros de la Orden de la Estrella (Orden de Santa María de España). Las figuras que intervienen en esta cantiga son miembros de la Orden de la Estrella, la Virgen María y el propio rey.
Cantiga 299, "De muitas maneiras":
https://www.youtube.com/watch?v=n8AnplS6KXI
En la Cantiga 78 (Códice de Florencia) se hace referencia a la Orden de Santa María de España; usualmente se la conoció como como Orden de la Estrella. En las miniaturas de la Cantiga 299 (Código Escurialense) puede verse el atuendo que vestían los frailes y caballeros de la Orden de la Estrella (Orden de Santa María de España). Las figuras que intervienen en esta cantiga son miembros de la Orden de la Estrella, la Virgen María y el propio rey.
Cantiga 299, "De muitas maneiras":
https://www.youtube.com/watch?v=n8AnplS6KXI
Más
información sobre la Orden Militar de Santa María de España:
2. Contenido musical
La música era la llave de entrada a la
experiencia de la recepción de las Cantigas. Las melodías,
instrumentos y texturas tenían que ser afines al auditorio de la
época. Por ejemplo, un
rasgo característico de la música del medioevo es el sonido pedal,
esto es, una nota continua. En términos simbólicos representaba la
continua presencia de Dios.
La música de las Cantigas no debía
ser compleja en su ritmo, sino simple y armoniosa. Estas
características son propias de la monodia (canto a una sola voz)
medieval y de la curva melódica de la Cantiga 100. Para
el oyente era una melodía fácil de seguir y verbalizar, pues cada
nota representa, además de su valor sonoro, un valor silábico, como
sucede en general en las demás Cantigas. Su carácter relativamente
simple permitía una fácil recepción del contenido de la obra y
facilitaba su memorización.
La
Cantiga 100 tiene una melodía reconocible, simple, memorizable y que
favorece la participación coral del auditorio. De hecho, es una de
las composiciones más populares del cancionero.
CSM 100. Partitura (Códice Escurialense) |
La
partitura musical no especifica información sobre la forma o sobre
los instrumentos con que se interpretaban tales piezas sonoras; sin
embargo las iluminaciones pueden ilustrar, al menos, los posibles
instrumentos comúnmente utilizados.
CSM. Introducción (Códice Escurialense) |
En
la miniatura introductoria de las Cantigas puede verse al monarca
sentado en el centro de su corte en posición de magíster. A su lado hay clérigos eligiendo, aparentemente, un nuevo texto o
milagro; en el extremo izquierdo hay tres músicos que sostienen
instrumentos de cuerda frotada y uno con cuerda pulsada. Los
primeros sostienen una vihuela de arco,
mientras
que el tercer músico sostiene un instrumento que podría
identificarse como una mandora
o
cítola. Si bien en el códice de los músicos puede verse una serie
de instrumentos de percusión y de aire, la base instrumental pudo
ser de instrumentos de cuerda. Estos permitían al trovador o juglar,
tocar y cantar unísonamente la pieza.
Puede
conjeturarse que para interpretar la Cantiga 100 deben haberse
utilizado, al menos, instrumentos como estos, que dentro del ámbito medieval
reunían determinadas condiciones que los hacían aptos para la ejecución musical.
La
vihuela,
por
su sonido complejo, metálico, fuerte, difícil para controlar sus
niveles de sonoridad, pudo ser usada en los momentos en que la
melodía o canto necesitaba el acompañamiento coral, participativo,
ayudando al mezzoforte
de
la melodía (esto debe considerarse para todos los instrumentos
frotados).
En
cuanto a la mandora, su sonido igualmente metálico pero algo más
limpio, con una intensidad fónica menos competitiva para el canto
solista, permite el acompañamiento de la poesía, sin dificultar su
entendimiento, cuestión mucho menos factible en el caso de utilizar
una gaita, bombarda, u otros instrumentos de aire o de cuerda frotada
por rueda.
3.
Contenido visual
Las
cantigas en honor a la Virgen son composiciones poéticas destinadas
al canto, y algunas de ellas están dotadas de páginas miniadas que
iluminan la obra alfonsí. Estas ocupan la totalidad de un pliego o
página que mide 334 milímetros de alto por 230 de ancho, y cada
viñeta o compartimiento tiene una longitud aproximada de 109 por 100
milímetros. Las figuras humanas representadas de pie, miden
aproximadamente 65 milímetros.
CSM 100. Partitura y página miniada (Códice Escurialense). |
Sin
embargo, no todas las cantigas están ilustradas con miniaturas. El
códice de El Escorial es el que más iluminaciones tiene; y en el
códice Florentino hay viñetas sin terminar.
La
importancia de la miniatura es incuestionable, pues no es la simple
representación grafica del texto escrito; por el contrario, estas
ilustraciones tienen un valor narrativo propio y complementario al
relato poético, ya que aclaran, potencian y aportan nuevos elementos
interpretativos a su receptor.
Al
observar la página miniada de la Cantiga 100
puede apreciarse la compleja tarea llevada a cabo por el equipo de
miniaturistas. Las iluminaciones ofrecen una interpretación ordenada
del relato y los elementos simbólicos, algunos de ellos presentes en
el texto, haciendo de estos últimos el punto de apoyo de la acción
de los personajes presentes en la escena.
CSM 100. Página miniada (Códice Escurialense). |
En
la primera viñeta
hallamos a los personajes principales del relato. El rey Sabio ordena
la narración del acto con sus manos, indicando el movimiento en que
se va dando el diálogo entre él, la Virgen y sus súbditos. Además
se hace presente un elemento simbólico: la estrella matutina sobre
María, revelando desde el comienzo la vinculación con la tradición
de María como Estrella. Asimismo, los personajes ilustrados
cuentan con toda una carga estética que los hace reconocibles, por la representación de sus atributos característicos, como
la corona, en caso de Alfonso, y la aureola (halo) en María. De la
misma forma, el ángel y la corte alfonsí son retratados con sus
elementos tradicionales que hacen de la viñeta un cuadro total en sí
mismo.
El
desarrollo del relato continúa en la segunda viñeta,
donde el rey muestra su inferioridad terrenal frente a su Dama y una
mujer santa que la acompaña, dando a entender la súplica personal
que él realiza y la humilde sumisión a la Virgen.
En la tercera viñeta, el rey se ausenta, dando paso al
contacto directo entre la Dama y los súbditos, quienes en posición
de humilde alabanza son guiados por María hacia la redención en la
figura de Dios, quien se encuentra representado en un semicírculo de
fuego (sol), como Jesucristo con sus característicos atributos
iconográficos medievales.
En la cuarta viñeta, Alfonso se reincorpora a la escena
manteniendo un diálogo con su Dama, aparentemente repitiendo lo
gozoso que estaría de ser guiado hacia la compañía de Dios.
En la quinta viñeta, los deseos del rey parecen cumplirse,
pues, se encuentra frente a María, acompañada de Dios hecho hombre;
y Alfonso, con los brazos abiertos, sometido por la celestial escena,
indica con su mano izquierda el cuadro final.
La sexta viñeta representa un coro de santos en el Paraíso,
quienes valiéndose de diversos instrumentos realizan el oficio de
trovador y cantan alabanzas.
El primer par de viñetas está más relacionado con la primera
estrofa de la cantiga; el segundo par de viñetas, con la segunda
estrofa; y el último par de viñetas, con la tercera estrofa.
CSM 100. Página miniada (detalle, sexta viñeta). Códice Escurialense. |
A
medida que se avanza en la visualización de las viñetas, también
puede apreciarse el avance del tiempo en que progresa la acción. La
misma estrella con que se identifica a María, también cumple la
función de indicar que la acción se está desarrollando en las
primeras horas del día, entre los límites de la oscuridad y la
luminosidad matutina (primera viñeta). El transcurrir del tiempo
sigue siendo establecido por la desaparición de la estrella (segunda
viñeta), lo cual anuncia la luz solar que opaca el brillo estelar.
Aquello termina por concretarse con la aparición del semicírculo de
fuego, que por una parte representa la divinidad de Dios hecha luz,
como también la supremacía del sol (tercera y cuarta viñetas).
Asumiendo el transcurso del tiempo, sobrevendría el ocaso del día,
cuando los deseos de Alfonso han sido cumplidos (quinta viñeta); y
se pasa, finalmente, a un espacio atemporal, el Paraíso (sexta
viñeta).
Es
decir que la obra pictórica no responde literalmente al texto
escrito: ella aporta nuevos datos y enriquece la obra más allá de
los límites planteados por el propio poema. Además, la distribución
de los elementos escénicos, la proporción del diseño y el
movimiento narrativo, confieren a la iluminación cierto dramatismo
que coordina sistemáticamente todas las imágenes. Esta teatralidad
y toda la información adyacente al texto aportada por la miniatura,
si bien complementan la lírica, sin contradecirla, nos hablan de un
eventual distanciamiento entre el relato escrito y el visual. Esto
puede ser resultado de la previa existencia de la tradición de María
como estrella matinal o marina, lo que tal vez haya hecho que el
pintor a cargo de la obra buscara en otras fuentes, fuera de la
cantiga, elementos que le permitieran desarrollar su obra.
Comparando
la poesía y la iconografía de la Cantiga 100, se advierte que la
iluminación presenta personajes que el texto no considera (mujeres
santas, ángeles y santos); a pesar de ello la narrativa iluminada no
deja de ser coherente y respetuosa con el poema, lo que puede
responder a la posible revisión personal realizada por el rey
Alfonso sobre el trabajo de los maestros pintores, ya que sería
extraño que una parte tan importante del corpus mariano no estuviera
bajo la permanente vigilancia de su autor, atendiendo las
características y el modo de trabajo del scriptorium
alfonsí.
Dada a conocer la importancia de la iluminación, no como simple
reflejo de la cantiga, sino como obra pictórico-narrativa en sí
misma, cabe señalar que los gestos de los personajes, la utilización
de las manos como indicativas de diálogos y sentido, además de lo
evidente del diseño realizado para identificar a primera vista los
personajes, los tiempos y los espacios, sin la necesidad, en este caso,
de glosa o textos introducidos en la ilustración, permite concluir
que la totalidad de los elementos gráficos tienen la clara intención
de que el espectador, con toda su carga cultural, fuera capaz de
entender lo acaecido en la obra, pues dada su experiencia de vida en
un contexto devocional específico, como era el occidente cristiano,
estaba capacitado para que el mensaje ahí expuesto resultara
fácilmente decodificable.
Autoría
y recepción de las Cantigas de Santa María
Buena
parte de la crítica atribuye la autoría directa de unas cien
cantigas al rey Sabio; estas serían las cantigas de loor, algunos
milagros relacionados con su propia vida o que lo hubieran
impresionado de modo especial. El resto de las cantigas habrían sido
de la autoría de los colaboradores integrantes de su corte poética.
Las
Cantigas tienen valor literario, musical y pictórico, y en su
composición intervinieron artistas de estas diversas áreas.
Alfonso X de Castilla heredó de su padre Fernando III el Santo su
Capilla musical, que reunía intérpretes y compositores de varias
culturas y que formaron parte de la corte alfonsí, al igual que su
scriptorium
regio o Escuela de Traductores. En algunas ilustraciones de las
Cantigas el rey Sabio aparece rodeado de sus colaboradores en la
corte.
* *
*
Puede
pensarse que la recepción comprensiva de las Cantigas haya sido
factible no solo para los integrantes de la corte alfonsí. Los temas
abordados, las melodías utilizadas, y sus formas de exposición,
tanto líricas como visuales, son tan evidentemente comunes, incluso
para el simple peregrino habituado a la liturgia eclesiástica, que
hacen suponer que la empresa del rey también estaba destinada al
vulgo. La comprensión de los mensajes textuales, musicales y
visuales debe haber sido accesible para el hombre común. De lo
contrario, el mismo Alfonso X no habría pedido, en su segundo
testamento, dado en la ciudad de Sevilla en 1282 que: “… todos
los libros de los cantares de los Miraglos e de loor de Sancta María
sean todos en aquella eglesia ó el nuestro cuerpo fuere enterrado, e
que los fagan cantar en las fiesta de Sancta María e de Nuestro
Sennor…”.
En
la solicitud póstuma de Alfonso X se advierte la firme intención de
que su obra fuera
conocida por el mayor número de súbditos posibles, y no tan solo
por su grupo más cercano. No es extraño suponer que además de
haberse difundido las Cantigas en las festividades religiosas y
procesiones, al menos algunas de ellas hayan sido interpretadas en
peregrinaciones.
El destino final de las Cantigas, en base al testamento alfonsí,
comprendía las celebraciones de la Iglesia y el espacio público,
donde la recepción de la obra podía llegar al mayor número de
hombres posibles pensados para su época. Sin embargo, esta forma de
difusión traía como consecuencia el hecho de dislocar el perfil de
que gozaba, al menos el Códice Escurialense, de ser una obra de arte
integral: poética, musical y también pictórica. Difícilmente en
estos actos festivos los fieles podrían experimentar la riqueza
audio visual de las cantigas, apreciándola tan solo a partir de la
audio recepción. De modo que gran parte de aquellos receptores
recibirían el mensaje de forma parcelada, dejando de lado un rico
material visual que dista mucho de ser solo un elemento decorativo.
En la actualidad, si bien es más probable la percepción de las Cantigas como
obra de arte integral, el receptor difícilmente esté
familiarizado con el sentido religioso del mensaje verbal, musical y
visual comunicado en las Cantigas, de modo que estas composiciones
pueden renovar su valor como difusoras de la devoción mariana y de
la doctrina cristiana.
Bibliografía:
Eduardo Muñoz Saavedra (2012), “Santa María Strella do Día.
Composición, elementos de entendimiento y recepción. Un
acercamiento a las Cantigas de Santa María de Alfonso X el
Sabio”, en Revista Electrónica Historia del Orbis Terrarum,
Santiago, Chile.