Las Cantigas de Santa María conforman un cancionero religioso medieval compuesto en galaico portugués. Se trata de un conjunto de aproximadamente 420 composiciones en honor a la Virgen María. La mayoría tiene estructura narrativa: se relatan milagros ocurridos con la intervención de María. También hay cantigas de loor (elogio, alabanza). La obra está integrada asimismo por las Cantigas das Cinco Festas de Santa María, las Cinco Cantigas das Cinco Festas do Nostro Señor, el Cantar dos Sete Pesares que víu Santa María do seu Fillo y una maia (composición que exalta el triunfo de la primavera en el mes de mayo).
Las cantigas pueden dividirse en dos grupos:
- Cantigas de Nuestra Señora: son composiciones que relatan milagros e historias relacionadas con la Virgen, por su intervención directa o por los amores místicos que su figura suscita en las almas piadosas.
- Cantigas de loor: se trata de un grupo más reducido, ya que son cantigas cuyo número de orden es múltiplo de diez. Son poemas más serios y profundos, en los que se reflexiona sobre la Virgen María como mediadora, abogada, socorro de los cristianos; Madre del Salvador y de los hombres.
En el siglo XIII la devoción mariana estaba en pleno auge y participaban de ella tanto los clérigos, frailes y caballeros como la gente común.
Varios son los manuscritos en que están recopiladas las cantigas. Hay cuatro códices conservados, procedentes de la propia corte del rey Alfonso X:
- Códice Toledano (España); contiene 129 composiciones, con notación musical.
- Códice de la Biblioteca de El Escorial (España); contiene la Introducción, el Prólogo y 406 cantigas, ilustradas con 40 miniaturas.
- Códice conservado en El Vaticano (Italia).
- Códice de Florencia (Italia); contiene 104 cantigas, algunas incompletas.
Las Cantigas de Santa María tienen gran importancia como obra musical, pictórica y literaria. Se las considera como la colección de música cortesana monódica más importante del siglo XIII. Las melodías están tomadas de la monodia gregoriana, de la lírica popular y de las canciones de los trovadores.
El códice de la Biblioteca de El Escorial está adornado con miniaturas; y muchas de ellas permiten apreciar los diversos instrumentos musicales utilizados en el siglo XIII, como el laúd, la viola de arco y el salterio, entre otros. Las páginas miniadas presentan en imágenes la secuencia de lo que las cantigas expresan verbalmente.
Además de valor poético, las cantigas tienen valor religioso, ya que se trata de composiciones que contribuyeron a difundir la devoción mariana.
Prólogo de las Cantigas de Santa María: "Porque trobar é cousa en que jaz"
(*) Este é o Prólogo das Cantigas de Santa María,
ementando as cousas que á mester eno trobar
Porque
trobar é cousa en que jaz
entendimento, porên queno faz
á-o d'aver e de razôn assaz,
per que entenda e sábia dizer
o que entend' e de dizer lle praz,
ca ben trobar assi s'á de fazer.
entendimento, porên queno faz
á-o d'aver e de razôn assaz,
per que entenda e sábia dizer
o que entend' e de dizer lle praz,
ca ben trobar assi s'á de fazer.
E macar éu estas dúas non ei
com' eu querría, pero provarei
a mostrar ende un pouco que sei,
confiand' en Deus, ond' o saber ven;
ca per ele tenno que poderei
mostrar do que quéro algũa ren.
E o que quero é dizer loor
da Virgen, Madre de Nóstro Sennor,
Santa María, que ést' a mellor
cousa que el fez; e por aquest' éu
quéro seer oi mais seu trobador,
e rógo-lle que me queira por seu
Trobador e que queira méu trobar
reçeber, ca per el quér' éu mostrar
dos miragres que ela fez; e ar
querrei-me leixar de trobar des i
por outra dona, e cuid' a cobrar
per esta quant' enas outras perdí.
Ca o amor desta Sen[n]or é tal,
que queno á sempre per i mais val;
e poi-lo gaannad' á, non lle fal,
senôn se é per sa grand' ocajôn,
querendo leixar ben e fazer mal,
ca per esto o perd' e per al non.
Porên dela non me quer' éu partir,
ca sei de pran que, se a ben servir,
que non poderei en séu ben falir
de o aver, ca nunca i faliu
quen llo soube con merçee pedir,
ca tal rógo sempr' ela ben oiu.
Onde lle rógo, se ela quisér,
que lle praza do que dela dissér
en méus cantares e, se ll'aprouguer,
que me dé gualardôn com' ela dá
aos que ama; e queno soubér,
por ela mais de grado trobará.
(*) Traducción:
Este
es el Prólogo de las Cantigas de Santa María, mencionando lo que es
menester en el trovar.
Porque
trovar es cosa en que yace entendimiento, por eso, quien lo hace ha
de tenerlo, y razón bastante, para que entienda y sepa decir lo que
entiende y le place expresar porque el bien trovar así ha de
hacerse.
Y
aunque yo estas dos cualidades no tengo tal como tener quisiera, sin
embargo, probaré de mostrar en adelante lo poco que sé, confiando
en Dios, de donde el saber viene, pues por Él supongo que podré
mostrar algo de lo que mostrar quiero.
Y
lo que quiero es decir loor de la Virgen, Madre de Nuestro Señor,
Santa María, que es lo mejor que Él hizo, y, por esto, yo quiero
ser desde hoy trovador suyo, y le ruego que me quiera por su
trovador,
y que quiera recibir mi trovar, porque por él quiero mostrar los
milagros que Ella hizo; y además quiero dejarme de trovar, desde
ahora, por otra dama, y pienso recobrar, por ésta, cuanto por las
otras perdí.
Porque
el amor de esta Señora es tal que, quien lo tiene, siempre por ello
vale más, y lo que haya ganado ya no lo pierde, si no es que, por su
gran desgracia, quiera dejar bien y hacer mal, ya que por esto lo
pierde, y no por otro motivo.
Por
tanto, ya no quiero separarme de Ella, porque sé cabalmente que, si
bien la sirviese, no podré perder su bien, porque nunca faltó a
quien supo, con piedad, pedirle, porque tales ruegos siempre fueron
bien oídos por Ella.
Por
ello, le ruego, si Ella quisiere, que le plazca lo que de Ella yo
dijere en mis cantares, y si a Ella le agradara, que me dé un
galardón tal como el que Ella da a los que ama, y quien lo supiere,
con mayor agrado trovará por Ella.
Letra,
métrica, rima, división silábica y pronunciación (fonética);
partitura:
CSM. Prólogo |
En
el Prólogo el autor reconoce en Dios la fuente de la sabiduría, que
espera tener para poder trovar. Manifiesta asimismo su propósito de
cantar loores a la Virgen, por quien espera ser aceptado como
trovador. El poeta desea mostrar los milagros que Ella hizo, pero
además, por esta Dama espera recobrar cuanto por otras perdió.
Quien tiene el amor de esta Señora, lo que haya ganado, ya no lo
pierde, a menos que por desgracia prefiera en vez de obrar bien, obrar mal. El
trovador no quiere, por lo tanto, separarse de Ella, ya que si la
sirve dignamente, no podrá perder su bien.
Finalmente, el trovador ruega a la Virgen que si le agradan los cantares, le dé el
galardón que da a los que ama. Y anima a otros a trovar también por
Santa María.