El
Llibre Vermell de
Montserrat (en
español, Libro Rojo de Montserrat) es un manuscrito con cantos
medievales y otros de tipo litúrgico conservado
en el Monasterio de Montserrat,
situado
en la provincia de Barcelona, comunidad autónoma de Cataluña, en
España.
Provincia de Barcelona (comunidad autónoma de Cataluña), España. |
Las composiciones recopiladas en el Llibre Vermell son nueve poemas de loor a la Virgen María, y una danza de la muerte que cierra el cancionero. Entre otros textos, el códice incluye una colección de milagros de la Virgen.
El Libro Rojo reúne diez cantos en latín, catalán y occitano, y debe su nombre al color de las cubiertas con que fue encuadernado en el siglo XIX. El autor de los cantos es desconocido. Si bien el manuscrito fue copiado a fines del siglo XIV -entre 1396 y 1399-, se asume que las composiciones son anteriores. Esta colección es considerada un importante pilar de la música medieval española, como las Cantigas de Santa María.
El cancionero fue ideado con un propósito específico
que se explica en una nota intercalada entre las dos primeras piezas
del manuscrito (fol. 22 r); en ella se advierte a los
peregrinos que
debían evitar las
canciones vanas y los bailes poco honestos durante su estadía en
Montserrat. La
traducción de la nota dice así:
“Dado
que a veces los peregrinos, cuando velan en la Iglesia de la Virgen
María de Montserrat quieren cantar y bailar y también desean
hacerlo de día en la plaza, y allí solo deben cantarse canciones
honestas y devotas, por tal razón hay escritas algunas antes y
después [de la nota]. Y deben utilizarse honesta y moderadamente
para no estorbar a quienes perseveran en oración y devota
contemplación, en las que todos los que velan deben de igual modo
insistir y dedicarse con devoción”.
Sin
embargo, además de composiciones populares, el Llibre Vermell
contiene otras más complejas y cultas, que no parecen estar
destinadas a los peregrinos aludidos en la nota; seguramente las
entonarían voces monásticas. Como fuera, el Llibre Vermell es
una recopilación de música, canciones y danzas (que se bailaban en ronda)
ideada para que los peregrinos pudieran cantar y bailar mientras
celebraban la vigilia nocturna en la plaza o en la iglesia.
El exterior del monasterio contaba con una plaza principal que
permitía ordenar las edificaciones, y los romeros podían disponer
de ella.
En
el Llibre Vermell se
describe con bastante detalle la jornada del romero,
que comprendía la vigilia nocturna de plegaria ante la Virgen -que
podía sucederse varios días- y la Misa matinal. La vigilia se
iniciaba con el canto de la Salve
y los Gozos, después de las completas, alrededor de las seis de la
tarde, y solía participar la Escolanía (coro de niños cantores).
Los cantos se sucedían durante la velada, y muy probablemente
incluyeran los que reúne el manuscrito. Una vez que la Escolanía y
los monjes se retiraban, la actividad musical continuaría sin ellos,
hasta que el oficio de maitines y laudes impusiera nuevamente el
silencio. Poco después, alrededor de las cinco de la madrugada, se
rezaba la Misa matinal diaria con plegaria y homilía, destinada
especialmente a los peregrinos. Los sacerdotes tenían que nutrirlos
de contenidos adecuados, sin perder el carácter popular. Durante el
resto del día, los visitantes debían participar en otros actos de
devoción, algunos de ellos ilustrados gráficamente en las
miniaturas del códice.
Cantar
y bailar dentro de las iglesias llegó a ser una práctica habitual
durante el medioevo, como documenta la literatura y la iconografía,
y tuvo que ser regulada. Esta práctica fue prohibida, así como
también la presencia de juglares, cantores y músicos, generalmente
judíos y moros que con sus instrumentos pretendían animar las
vigilias nocturnas.
Resultaba imposible dar alojamiento a todos los peregrinos en la hospedería del monasterio, donde además tenían prioridad los nobles y eclesiásticos. Con frecuencia los romeros de Montserrat permanecían de día en la plaza del monasterio y de noche en la iglesia, y amenizaban su estadía con cantos y bailes. Naturalmente, el repertorio interpretado por clérigos, diáconos y la Escolanía dentro de la iglesia no incluía composiciones que pudieran considerarse poco honestas.
Las
danzas y la música dentro y fuera del templo generaban una situación
incómoda para la jerarquía eclesiástica. La iconografía permite
reconstruir la forma de interpretar las danzas, que eran circulares
(en ronda), con los participantes tomados de las manos. En el propio
Llibre Vermell se aclara que las danzas se bailaban en ronda, como
corroboran las rúbricas a
ball redon y ad
trepudium rotundum.
En
general se considera el repertorio del Llibre Vermell dentro de las
canciones de
peregrinos. Buena
parte de las canciones del libro favorece la participación de los
peregrinos a modo de coro.
Por
cierto, la multitud de peregrinos que emprendía la romería a
Montserrat lo hacía por diversas razones y con distintos objetivos.
Los monjes y sacerdotes que atendían el santuario tenían que
brindar orientaciones a los visitantes en cuestiones de doctrina y
piedad, y también de urbanidad y decoro durante la estadía en el
monasterio, dentro y fuera de la iglesia. Sin embargo, la finalidad
pastoral no agota el
interés del Llibre Vermell. Su contenido es variado y singular: una
miscelánea de textos
teológicos y devocionales,
que incluye entre sus composiciones canciones polifónicas (2),
cánones (3) y danzas (5).
El
repertorio musical del Llibre Vermell se enmarca en un movimiento
lírico mariano generalizado, en buena parte fruto del impulso
que tomó en el siglo XIII la devoción a la Virgen María,
especialmente gracias a las órdenes dominica, franciscana y
benedictina.
Enlaces
relacionados
Llibre Vermell de Montserrat Digitalizado:
Llibre Vermell de Montserrat Digitalizado:
http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/08140629733581728654480/index.htm
El Llibre Vermell de Montserrat como modelo de lírica catalana del siglo XIV, de Ángel Lluís Ferrando Morales:
http://www.academia.edu/7169433/El_Llibre_Vermell_de_Montserrat_como_modelo_de_lírica_catalana_del_siglo_XIV
El Llibre Vermell de Montserrat como modelo de lírica catalana del siglo XIV, de Ángel Lluís Ferrando Morales:
http://www.academia.edu/7169433/El_Llibre_Vermell_de_Montserrat_como_modelo_de_lírica_catalana_del_siglo_XIV
Monasterio de Montserrat
La
Abadía de
Santa María de Montserrat
es un monasterio
benedictino
situado en la provincia de Barcelona,
España
(comunidad
autónoma de Cataluña). Se
encuentra en la montaña de Montserrat,
que en catalán
significa “montaña
aserrada”,
por la forma que presenta el relieve. Esta montaña de curiosa forma
se recorta sola en medio del paisaje, y a la distancia se asemeja a
la hoja dentada de una sierra. A medida que se asciende y se aprecia
en detalle el aspecto de las rocas, parecen esculpidas, o bien
prodigiosamente modeladas por una sierra.
El monasterio de encuentra a 720 metros sobre el nivel del mar. Para los peregrinos hay varios puntos de interés en torno a la abadía. Los distintos recorridos para ascender hasta el santuario presentan a su vez diferentes tramos de subida y nivel de dificultad.
El
santuario
de Montserrat
es un importante
destino de peregrinación hace siglos.
Hacia el año 880
se produjo el hallazgo
de la imagen de la Virgen de Montserrat,
que originaría luego el monasterio.
Entre
las actividades que se realizan en la abadía se destacan el
Scriptorium
y la Escolanía,
uno de los coros de niños cantores más antiguos de Europa (siglo
XIII).
El
origen del monasterio de Montserrat, en España, data del siglo XI.
Entre los siglos XI y XIII se construyó la iglesia románica y en
1476 se edificó el claustro gótico. En 1493, el fraile mínimo
Bernat Boïl (Bernardo Boyl), que había sido ermitaño en Montserrat, acompañó a
Cristóbal Colón en uno de sus viajes a América, lo que favoreció
la expansión del culto a la Virgen de Montserrat en el Nuevo Mundo;
de hecho una de las Islas Antillas se llama Montserrat.
La
Basílica de Montserrat comenzó a construirse en el siglo XVI. En
1811 y 1812 el monasterio fue saqueado e incendiado por las tropas
napoleónicas,
con enormes pérdidas materiales e inmateriales. La Basílica tuvo
que ser reconstruida. Durante
la Guerra Civil Española (1936 – 1939) el monasterio fue cerrado
y, entre religiosos y sacerdotes, 23 miembros de la Abadía fueron
martirizados por partidarios del republicanismo comunista en el marco
de la persecución religiosa.
Enlaces
relacionados
Abadía
de Montserrat:
http://www.abadiamontserrat.net/(S(jebmqnuzgp2fnkvlin01fhfa))/Defaultcastellano.aspx
http://www.abadiamontserrat.net/(S(jebmqnuzgp2fnkvlin01fhfa))/Defaultcastellano.aspx
Escolanía de Montserrat:
Visita a Montserrat:
Virgen de Montserrat
Según
la tradición, la primera imagen de la Virgen de Montserrat fue
encontrada hacia el año 880 por unos niños pastores, que habían
visto una luz en la montaña; luego hallaron la imagen de la Virgen
en una cueva. Al enterarse el obispo, dispuso el traslado de la talla
a Manresa, hecho que resultó de imposible cumplimiento debido al
excesivo peso que tenía. Esto se consideró providencial, por lo que
se construyó una ermita en honor de Santa María donde había sido
encontrada.
La
talla de la Virgen que se venera actualmente es del siglo XII. La
imagen de la Virgen de Montserrat representa a la Virgen con el Niño
sentado en su regazo;
en su mano derecha sostiene una
esfera
que simboliza el
orbe.
El Niño
tiene la mano
derecha
levantada en señal de bendición
y en la
mano izquierda
sostiene una piña,
símbolo de la vida
perdurable,
por tratarse del fruto de un árbol perenne.
La
imagen de la Virgen de Montserrat es de madera de álamo y mide poco
menos de un metro. La talla es dorada, con excepción de los rostros
y manos de María y del Niño, que son negros. Por esta razón, se
conoce a esta Virgen como “la
Moreneta”
(la Morenita). Probablemente el ennegrecimiento de la talla se deba
al efecto del calor y al humo de las velas, y al cambio del barniz con
el paso de los años. Como fuera, en el mundo hay varias imágenes de
Vírgenes que no son blancas.
Al igual que en otros lugares de Hispanoamérica, en Buenos Aires (Argentina) hay una réplica de la imagen de la Virgen de Montserrat, en la parroquia que lleva su nombre y que da nombre también al primer barrio de la ciudad. En 1755, un catalán llamado Juan Pedro Sierra obtuvo un permiso para construir una capilla en honor de la Virgen de Montserrat; y en 1770 se edificó un templo más grande.