En español, un billón
equivale a un millón de millones: (1012),
es decir: 1 000 000 000 000. La palabra billón puede
generar confusiones especialmente en contextos de traducción del
inglés americano o del portugués de Brasil. En estas lenguas el
equivalente a billón designa mil millones.
La RAE (DPD) define billón
del siguiente modo:
billón.
Voz procedente del francés billion,
‘un millón de millones (1012)’.
Es inaceptable su empleo en español con el sentido de ‘mil
millones’, que es el que tiene la palabra billion
en el inglés americano. Para este último sentido, debe emplearse la
voz millardo,
procedente también del francés, o la equivalencia española mil
millones.
A fines de 1995, la RAE
aprobó el uso de la palabra millardo
para designar el equivalente a mil millones,
es decir, 1 000 000
000 (109).
El DPD recomienda el uso de esta palabra para designar el valor de
mil millones:
millardo.
Adaptación gráfica de la voz francesa milliard,
‘mil millones (109)’[...].
Es voz de reciente incorporación al español, cuyo uso es
recomendable para desterrar el empleo de la palabra billón
con este sentido, calco rechazable del inglés americano y que puede
dar lugar a peligrosas confusiones.
El uso de la palabra millardo genera, sin embargo, más resistencias que adhesiones y en general en España e Hispanoamérica sigue prefiriéndose la expresión mil millones.
Como lo indica la
correspondiente entrada del DRAE, millardo
es un vocablo empleado en Economía: Un
millardo de pesos (mil millones de pesos).
Pero si bien el término millardo suele
usarse para referirse a la unidad monetaria que corresponde a mil
millones, el uso de este vocablo no es exclusivo del ámbito de la
Economía.
La iniciativa
de la adopción del término millardo
surgió de quien era presidente de Venezuela
hacia 1995, Rafael
Caldera, miembro de la
Academia Venezolana de la Lengua. El
fundamento era que en español no se usaba un vocablo específico
para designar mil millones,
y que se hacía recomendable introducir uno para evitar que la
palabra inglesa billion
(que en inglés americano equivale a mil millones) se tradujera por
billón y afectara la
numeración vigente en los países de habla hispana, generando
confusión.
La palabra millardo
es importada del francés (al igual que billón)
y no tiene arraigo ni tradición en España ni en Hispanoamérica,
con excepción de Venezuela, donde es de uso corriente en los medios
masivos de comunicación. También en Colombia cuenta con cierta
frecuencia de uso.
Millardo proviene
del latín milliardum,
y presenta términos equivalentes en otras lenguas además del
francés: miliardo
(italiano), milliard
(inglés) y Milliarde
(alemán).
Hiperinflación en Alemania (República de Weimar, 1923). Billetes bancarios de un billón de marcos (mil millardos) y de cinco billones de marcos (cinco mil millardos)
El término millardo no ha tenido difusión masiva fuera de Venezuela y es desconocido por gran parte de la comunidad hispanohablante. Entre quienes lo conocen, su uso no genera muchas adhesiones, por razones diversas:
El término millardo no ha tenido difusión masiva fuera de Venezuela y es desconocido por gran parte de la comunidad hispanohablante. Entre quienes lo conocen, su uso no genera muchas adhesiones, por razones diversas:
- Se lo considera un calco
de uso innecesario. Se prefiere seguir usando la expresión mil
millones, que no es ambigua y es entendible
por todos.
- Se trata de una palabra
sin tradición en el español ni arraigo alguno entre la enorme
mayoría de los hispanohablantes.
- Millardo
no forma parte de la nomenclatura de los números, como decena,
centena, millar,
etc.
Un argumento en favor del
uso de millardo es que
llenaría, precisamente, ese vacío en la escala numérica, al
aportar un término específico donde no lo había, y esto
contribuiría a evitar la traducción de billion
(inglés americano) por billón.
Sin embargo, cabe objetar que el uso de millardo
no necesariamente resolvería el problema de la traducción del
billion del inglés
americano. La cuestión a resolver no es cómo
los hispanohablantes debemos referirnos a “mil millones”, sino
cómo traducir el billion
anglosajón o su equivalente en otra lengua. En otras palabras, la
duda para el traductor es cuándo “billón”
(billion,
bilhão)
significa “mil millones”, como ocurre con el inglés americano o
el portugués de Brasil, a diferencia del uso mayoritario en Europa e
Hispanoamérica. El uso de millardo
en lugar de mil millones
no contribuye a aclarar esta cuestión y debido a su falta de
tradición y escasa difusión resulta extraña para los propios
hispanohablantes, generando incluso confusión donde antes no la
había.
En el inglés americano el
billion equivale a mil
millones, no a un millón de millones, como en casi toda Europa e
Hispanoamérica. Se trata de un vocablo de uso relativamente
frecuente, cuya mala traducción cambia de manera notable el significado
del texto meta. Billion
es un falso amigo para el traductor, y el uso
de millardo no
necesariamente simplifica las cosas.
Hay países que tienden a adoptar el equivalente a billón para designar mil millones, como el Reino Unido, y, con matices, Portugal e Italia. Es importante que el traductor tenga claro cuál es el referente, es decir, la cantidad que designa el vocablo que va a traducir; teniendo claro esto, puede expresarlo en millardos o en miles de millones, y si es conveniente, combinar cifras con letras. Por ejemplo, para expresar en español las siguientes ideas desde el francés (a.) o desde el inglés americano (b.):
Hay países que tienden a adoptar el equivalente a billón para designar mil millones, como el Reino Unido, y, con matices, Portugal e Italia. Es importante que el traductor tenga claro cuál es el referente, es decir, la cantidad que designa el vocablo que va a traducir; teniendo claro esto, puede expresarlo en millardos o en miles de millones, y si es conveniente, combinar cifras con letras. Por ejemplo, para expresar en español las siguientes ideas desde el francés (a.) o desde el inglés americano (b.):
a.
El país se endeudó en dos millardos de dólares (milliards
franceses);
o bien
b.
*El país se endeudó en dos billones de dólares (billions
estadounidenses)
---> Puede decirse que
El país se endeudó en dos millardos de
dólares; pero será más claro decir que
El país se endeudó en 2.000 millones de dólares (dos
mil millones de dólares), y resultará comprensible para toda la
comunidad hispanohablante. En los ejemplos
a. y b. la cifra en español es la misma: 2 000 000 000.
Naturalmente, en b. sería un error traducir billions
por billones: el
referente de 2 billions
sería “dos mil milllones” (dos millardos).
Es recomendable que los
lectores estén atentos al enfrentarse a textos traducidos que
incluyan cifras enormes o infinitesimales. Si leemos, por ejemplo,
que la población mundial superó los siete billones de habitantes en
2011, seguramente en el texto habrá un error de traducción, ya que
la población mundial es de poco más de 7 000 millones de habitantes
(siete millardos de habitantes). La diferencia entre billones y miles
de millones es enorme, y un error de traducción puede hacer que el
texto meta pierda sentido. Asimismo, si leemos que la Tierra tiene
4,6 billones de años de antigüedad, estamos frente a un error. Se
estima que la Tierra tiene aproximadamente 4,6 miles de millones de
años de antigüedad, una cifra mil veces menor que la anterior. La
primera versión sería absurda, si se considera que la antigüedad
del Universo es 13.700 millones de años (mucho menos de un billón).
Los mismos resultados absurdos pueden obtenerse para las pequeñas
cantidades, si se traducen erróneamente expresiones como “partes
por billón” sin considerar las diferencias que el uso de la
palabra billón puede
tener, por ejemplo, en inglés americano y en español.
Numeración en
Occidente: escala larga y escala corta
El uso de billion
como equivalente a mil millones responde al empleo de la denominada
escala corta de numeración,
de uso en los países de habla inglesa y en Brasil, entre otros.
En Occidente hay dos
maneras de nombrar los grandes números: la escala
larga y la escala
corta. Las dos fueron teorizadas y exportadas
por Francia (al igual que las unidades de peso y medida, el gramo y
el metro), en épocas distintas. Hay países que adoptan una u otra,
e incluso en algunos países se da un uso que no es tan claro.
En la escala larga, para
tener el prefijo del siguiente orden se debe multiplicar por un
millón.
En la escala corta, para
tener el prefijo del siguiente orden se debe multiplicar por mil.
Escala larga:
MIL*
/ 1 000 / 103
MILLÓN
/ 1 000 000/ 106
MILLARDO
/ 1 000 000 000 / 109
BILLÓN
/ 1 000 000 000 000 / 1012
MIL BILLONES
/ 1 000 000 000 000 000 / 1015
TRILLÓN
/ 1 000 000 000 000 000 000 / 1018
MIL TRILLONES
/ 1 000 000 000 000 000 000 000 / 1021
CUATRILLÓN
/ 1 000 000 000 000 000 000 000 000 / 1024
*En español, mil
y millar designan la
misma cantidad
(1 000).
Hay mil
personas en el concierto. / Hay
un millar
de personas en el concierto.
La escala larga está
vigente en francés, español, alemán, y, con matices, en italiano,
entre otras lenguas.
Escala corta:
MIL
/ 1 000 / 103
MILLÓN
/ 1 000 000 / 106
BILLÓN
/ 1 000 000 000 / 109
TRILLÓN
/ 1 000 000 000 000 / 1012
CUATRILLÓN
/ 1 000 000 000 000 000 / 1015
QUINTILLÓN
/ 1 000 000 000 000 000 000 / 1018
Es la numeración vigente
en Estados Unidos y se ha impuesto a todos los países de habla
inglesa. También rige en Brasil, entre otros países.
Históricamente, la escala
larga se ha utilizado en Francia desde el fin del siglo XV y se
extendió por Europa hacia el siglo XVII, cuando se definió la
escala corta. El francés ya usaba la palabra milliard desde el siglo XVIII; luego le siguieron el italiano y el
alemán. El inglés de Inglaterra tomó la voz milliard
con el mismo significado que en francés, pero recientemente recogen
la palabra billion
según el uso estadounidense (mil millones).
La palabra billón
como equivalente a mil millones fue adoptada en el siglo XVII por una
corriente de matemáticos anglosajones, y con el tiempo fue
imponiéndose en distintos países.
Es importante que los
traductores verifiquen cuál es la cantidad designada en el texto
fuente, y luego busquen el correspondiente equivalente en la lengua
meta. Para añadir un elemento de complejidad
a la cuestión, es preciso considerar que el término billón
ha variado en la segunda mitad del siglo XX en algunos países:
- Francia propuso volver a
la escala larga en 1948 en la Conferencia
Internacional de Pesas y Medidas, y confirmó
su elección en 1961.
- El Primer Ministro
Británico Harold Wilson anunció a los Comunes en 1974 que su
gobierno adoptaba la escala corta y el uso del billón
como los Estados Unidos; fue seguido por los demás países
alglosajones en la década de 1990.
- En 1994 el gobierno
italiano confirmó la adopción del billón
de la escala larga y el millardo.
El uso popular oscilaba entre las dos escalas.
Uso de la palabra millardo
En su Diccionario
de usos y dudas del español actual, José
Martínez de Sousa se refiere a la aprobación del neologismo
millardo por la RAE en
los siguientes términos:
“Al
parecer, la Academia acogió esta palabra en diciembre de 1995 con el
significado que se apunta, a propuesta del académico venezolano
Rafael Caldera, a la sazón presidente de este país. Es un error. La
palabra millardo,
crean lo que crean los académicos, no viene a resolver el problema
del billón
norteamericano, sino más bien a complicar las cosas. La duda no
radica en utilizar la grafía mil millones
o millardo, sino en
saber cuándo billón
significa 'mil millones', según el uso norteamericano, y cuándo 'un
millón de millones', según el uso mayoritario en Europa. Utilizar
uno u otro término sería indiferente si no fuera porque millardo
es una palabra de origen extraño que no necesitamos en absoluto”.
Hay
palabras no incluidas en el DRAE que presentan cierta frecuencia de
uso y que luego son aprobadas e incorporadas al diccionario. El caso
de millardo
resulta desconcertante para la comunidad hispanohablante porque se ha
seguido el recorrido inverso: en lugar de incluirse un neologismo
surgido del uso, el diccionario propouso un neologismo con la
aspiración de que luego pasara al uso efectivo. Tal vez este
recorrido poco natural contribuya a la impopularidad del término
millardo.
La adopción del término
millardo introduce una
modificación a nivel del léxico que afecta el dominio de las
matemáticas y ciencias en las que se haría frecuente la utilización
de esta unidad. Con más razón la adopción del neologismo debería
acompañarse de una difusión mayor de la que por el momento tiene.
Si bien millardo
fue aprobado por la RAE y su uso es incluso recomendado por el DPD,
varios manuales de estilo recomiendan seguir
empleando mil millones
(por millardo)
y miles de millones
(por millardos).
Para algunos, millardo
es un galicismo innecesario; para otros, un vocablo que aporta
precisión a la escala numérica. Para la mayoría de los
hispanohablantes es, simplemente, un término desconocido.