El
aprendizaje colaborativo es una estrategia especialmente adecuada
para entornos digitales.
El
trabajo
colaborativo
permite compartir información y generar documentos conjuntos, en un
proceso que implica también la solución de problemas y la toma de
decisiones. El aprendizaje colaborativo en red es una estrategia de
enseñanza-aprendizaje por la cual interactúan dos o más sujetos
para construir el aprendizaje a través de la discusión, la
reflexión y la toma de decisiones; en este proceso los recursos
informáticos actúan como mediadores. La acción colaborativa se
genera desde la comunicación, mediante la participación en tareas
realistas y concretas que aporten temas de interés común con
respecto al objeto de estudio, para lo cual se utilizan herramientas
interactivas.
En
la colaboración se da un proceso en que la creación de conocimiento
se produce como resultado de la interacción de los sujetos en un
contexto determinado. El aprendizaje colaborativo se aplica a
proyectos que implican la interacción entre personas que
intercambian conocimientos y recursos para aprender o para resolver
alguna tarea concreta, sin entrar en competencia.
Características
del aprendizaje colaborativo y del aprendizaje cooperativo
Estas
dos estrategias comparten la característica del trabajo en grupo y,
en contextos educativos, la realización de una tarea pautada por un
profesor. En ambos casos en el proceso de aprendizaje interviene la
capacidad de resolver problemas independientemente, bajo la guía de
un docente, con la contribucion de otros compañeros. Sin embargo,
estos dos modos de aprender presentan considerables diferencias entre
sí.
- División del trabajo
Un
aspecto central para comparar los dos tipos de aprendizaje es el
grado de división del trabajo entre los integrantes del grupo.
Efectivamente, se da en los dos casos, pero de un modo diferente. En
la
cooperación
se trata de repartir la tarea (es decir, distribuir actividades o
roles entre los participantes); cada estudiante se hace cargo de un
aspecto de ella, y luego se ponen en común los resultados. En
cambio, en la colaboración
se trata de compartir la tarea: los miembros del grupo realizan el
trabajo juntos, y existe una más baja división de la labor. Esta
puede darse, espontáneamente. Por ejemplo, alguien puede
especializarse más en aspectos estratégicos de la tarea, y otro en
tareas más puntuales o de más bajo nivel.
En
la división del trabajo colaborativo las tareas están más
entrelazadas y los participantes monitorean las respectivas tareas
entre sí. En cambio, en el trabajo cooperativo las subtareas son más
independientes. Asimismo, en el trabajo colaborativo la división
horizontal del trabajo es inestable: los roles pueden ir variando, de
modo que un participante puede pasar de ser regulador a regulado. En
la cooperación la división de la labor tiende a ser más fija, con
pautas generalmente establecidas desde el comienzo.
- Rol de los profesores y alumnos (interacciones, autoridad)
Otra
diferencia entre la colaboración y la cooperación está dada por el
rol del profesor y la responsabilidad del aprendizaje. En la
colaboración los alumnos van diseñando su estructura de
interacciones y mantienen el control sobre las distintas decisiones
que repercuten en su aprendizaje. Por su parte, en la cooperación es
el profesor quien diseña y mantiene el control en la estructura de
interacciones y de los resultados que se han de obtener. En el
aprendizaje cooperativo la responsabilidad del aprendizaje es mayor
para el profesor, como experto; en la colaboración, los estudiantes
ganan protagonismo. La pedagogía del aprendizaje en colaboración
cambia el enfoque de la interacción profesor – estudiante al papel
de las relaciones entre pares, pues en el aprendizaje colaborativo, a
diferencia del cooperativo, se comparte la autoridad y entre todos se
acepta la responsabilidad de las acciones del grupo.
El
aprendizaje cooperativo está más centrado en el profesor y en la
estructura propuesta para las actividades mismas, y a partir de eso
tiende a organizarse la división de tareas para los estudiantes, con
roles más o menos fijos. De esta forma, la organización y el
desarrollo de las tareas tiende a ser vertical: establecido,
supervisado y controlado por el profesor, de acuerdo a la expectativa
de logro pautada. En cambio, en la colaboración se da una
organización de las tareas y una construcción del conocimiento más
horizontal, consensuada a través del grupo, lo cual favorece las
soluciones creativas. La responsabilidad del aprendizaje recae en
mayor medida en los estudiantes; o bien, el profesor y los
estudiantes comparten la autoridad y el control del aprendizaje,
aunque con roles diferentes.
En
este sentido, un desafío para la labor docente es diseñar
propuestas didácticas en sintonía con el trabajo colaborativo, que
requieran la construcción del conocimiento con otros y para las que
sean necesarias múltiples subjetividades; definir sus objetivos,
asesorar sobre materiales de trabajo, segmentar la labor en subtareas
y orientar a los alumnos, proponiendo preguntas que apunten a la
construcción del conocimiento y no a la repetición de información
obtenida. En el trabajo colaborativo, el profesor es un facilitador
de los procesos implicados en la resolución de la tarea; una vez que
ésta es asignada, también puede ser un observador, e intervenir
para resolver consultas y favorecer la retroalimentación sobre el
desarrollo del trabajo.
Por
la propia dinámica del trabajo colaborativo, se recibe y se da
retroalimentación entre los miembros del grupo, y con el profesor,
quien en esta modalidad didáctica no puede ser considerado como
única fuente de información. Cada miembro del grupo es en cierta
forma una potencial fuente de conocimiento y puede negociar
propósitos, planes, conceptos y toma de decisiones. El trabajo
colaborativo es una oportunidad de aprender de los otros y con los
otros.
- Perfil de los estudiantes
El perfil de los estudiantes es otro aspecto en que el aprendizaje colaborativo y el cooperativo son distintos. Dado que la colaboración no es un proceso sencillo, el enfoque colaborativo requiere de una preparación más avanzada y resulta más adecuado para trabajar con grupos de estudiantes dotados de cierto grado de autonomía, madurez y creatividad. Y estos requisitos son esperables, especialmente, en alumnos de nivel superior (universitario). El aprendizaje colaborativo es una estrategia adecuada para implementar con estudiantes ya entrenados en el trabajo cooperativo, el cual resulta más apropiado para los estudios primarios y de nivel medio.
La
colaboración como estrategia de aprendizaje requiere de los
participantes: confianza, compromiso, responsabilidad, comunicación,
coordinación, complementariedad y alta motivación. El rol del
estudiante no es pasivo: no es un receptor de información. Asimismo,
la colaboración genera una interdependencia positiva, que no implica
competencia; y reduce la sensación de aislamiento en la resolución
de las tareas.
- Tipo de conocimiento
El tipo de conocimiento estudiado marca otra diferencia entre el aprendizaje colaborativo y el cooperativo. El trabajo colaborativo es más adecuado para conocimientos derivados a través del razonamiento y el cuestionamiento (por ejemplo, las temáticas sociales), en lugar de la memorización y la repetición. Es apropiado para conocimientos menos estructurados y que requieren pensamiento divergente: los conceptos se elaboran con la ayuda de los demás miembros del grupo. Implica una participación activa en el proceso de cuestionamiento, reformulación y aprendizaje; y como resultado de esa acción se construye el conocimiento. En cambio, si se trabaja con información o conocimientos más estructurados y sobre los que hay mayor acuerdo (como los procedimientos matemáticos o la geografía), el aprendizaje cooperativo puede ser apropiado, especialmente en nivel primario y secundario.
- Habilidades individuales o sociales
En las tareas cooperativas, generalmente el educador propone un problema a resolver, da indicaciones sobre cómo hacerlo y se asignan las tareas para los miembros del grupo (lo pauta el profesor o lo eligen los alumnos); cada uno se responsabiliza por resolver una parte del problema (lo cual implica resolver las tareas individualmente) y luego se ensamblan los resultados parciales en un resultado final. En la cooperación la estructuración previa de las actividades es más alta que en la colaboración.
En
el trabajo cooperativo los procesos son más individuales. En cambio,
en la construcción colaborativa del conocimiento los individuos se
involucran en el aprendizaje y en la resolución de una tarea como
miembros de un grupo; las actividades en que participan se resuelven
en dinámicas grupales, compartiendo y negociando los aportes
individuales. Los participantes se mantienen comprometidos con una
tarea compartida, construida en grupo, a partir de aportes y
negociaciones colaborativas. En la colaboración el trabajo se
realiza en forma conjunta: se comparten y negocian significados
relevantes a una tarea de resolución de problemas. La colaboración
es una actividad coordinada, que es resultado de un intento continuo
de construir y mantener una concepción compartida de un problema.
En
cuanto a las dinámicas, las tareas colaborativas requieren
habilidades personales y también sociales, como el trabajo en equipo
y la capacidad para resolver conflictos; la capacidad para argumentar
(exponer y fundamentar las propias ideas), la tolerancia y la
habilidad para negociar, ya que es importante reformular los
contenidos a partir de la construcción de consensos con los demás.
Este aspecto es central para agilizar la toma de decisiones: en la
colaboración el conocimiento se aprende en contextos realistas, para
ser aplicado en situaciones concretas; y la opción por determinadas
soluciones en detrimento de otras se orienta a este objetivo. El
resultado debería ser una resolución consistente y coherente de la
tarea encomendada.
- Entorno de aprendizaje
Otra
diferencia entre colaboración y cooperación está dada por el
entorno de aprendizaje. El aprendizaje colaborativo es más adecuado
para un entorno digital, incluso global. Con las NTICs (Nuevas
Tecnologías de la Información y la Comunicación) se favorecen los
entornos de aprendizaje mediados tecnológicamente, caracterizados
por la interactividad, la ubicuidad y la posibilidad de sincronismo.
En el caso de la cooperación, el aprovechamiento de la tecnología
no necesariamente está en primer plano.
En
el trabajo colaborativo, en el grupo se discute y se van negociando
consensos. El aprendizaje en red favorece el “entorno
conversacional”. De los intercambios y consensos logrados surge el
nuevo conocimiento. La actividad colaborativa deriva en acciones
intersubjetivas. El diálogo y la negociación son elementos
centrales: estimulan la generación de contenidos mediante el trabajo
colectivo, crítico y creativo de los participantes, aspectos no
necesariamente constitutivos del trabajo cooperativo.
~*~
Como
se ha dicho anteriormente, el aprendizaje cooperativo y el
colaborativo se asemejan en que implican trabajo en grupo. En
contextos educativos, se orientan a la realización de tareas
pautadas por un docente; requieren la contribución de otros
compañeros y la propia capacidad de resolver problemas
independientemente, por parte del alumno.
En
el siguiente cuadro pueden apreciarse sistematizadas las principales
diferencias entre las mencionadas estrategias de aprendizaje.
Aprendizaje
COOPERATIVO
|
Aprendizaje
COLABORATIVO
|
|
División
del
trabajo
|
Las
tareas se reparten.
|
Las
tareas se comparten.
|
Autoridad
(decisiones para resolver la tarea)
|
Recae
principalmente en el profesor (fuente de información; dirige los
procesos). Estructura vertical.
|
Repartida
entre los alumnos y el profesor (con distintos roles). Estructura
horizontal.
|
Interacción
|
Profesor
→
Alumnos
|
Entre
pares, con intervención del profesor (facilitador).
|
Estructuración
previa
|
Alta.
|
Baja.
|
Perfil
de los
estudiantes
|
Especialmente
adecuado para nivel primario y medio.
|
Especialmente
adecuado para nivel superior.
|
Tipos
de
conocimiento
|
Especialmente
adecuado para contenidos sobre los que hay mayor acuerdo.
|
Especialmente
adecuado para contenidos que requieren multiplicidad de miradas;
el conocimiento obtenido deriva del razonamiento y del
cuestionamiento.
|
Procesos
para el
aprendizaje
|
Predominio
de habilidades individuales. Posterior puesta en común con el
grupo.
|
Se
requieren habilidades individuales y también sociales. Las
dinámicas son grupales.
|
Entorno
para el
aprendizaje
|
Apto
para dinámicas presenciales (no excluyente). El diálogo es
importante, pero no se depende de construir consensos para
resolver la tarea.
|
Especialmente
adecuado para entornos digitales: aprendizaje mediado por la
tecnología. Entorno conversacional, requerido para la resolución
de la tarea.
|