El castellano, como las demás lenguas romances (francés, italiano, portugués, etc.), tiene su origen remoto en el latín hablado -latín vulgar-. El castellano fue una de las lenguas desarrolladas en Hispania (provincia romana que comprendía la península ibérica).
Tras la caída y fragmentación del Imperio Romano (siglo V), el proto-romance (castellano) fue diferenciándose cada vez más de otras variantes provenientes del latín que se hablaban en las distintas provincias del Imperio; tuvo una lenta evolución, durante siglos.
El castellano fue extendiéndose por la península conforme iba consolidándose el reino de Castilla. En este sentido, fue importante el desempeño de Castilla durante la llamada Reconquista (contra la invasión musulmana, siglos VIII al XV); y el impulso que le dieron los Reyes Católicos.
En 1492 se publicó la primera gramática del castellano. El autor de la Gramática Castellana fue Antonio de Nebrija (1444 - 1522). Fue la primera gramática de una lengua europea moderna publicada en imprenta.
Portada de la Grammatica Antonii Nebrissensis |
Antonio de Nebrija dedicó su obra a la reina Isabel I de Castilla (Isabel la Católica). Dividió su Gramática en diferentes partes: ortografía; prosodia y sílaba; etimología y dicción; y sintaxis.
En 1495 Nebrija publicó el primer diccionario castellano.
Dedicatoria a Isabel la Católica, prólogo de la Gramática castellana y texto completo:
http://www.antoniodenebrija.org/prologo.html
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Debido a su propagación por América desde el siglo XV, el español es la lengua romance que ha logrado mayor difusión en el mundo.