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viernes, 21 de noviembre de 2014

Sustantivos femeninos con artículos "el" y "un"

¿Por qué se usan los ártículos el y un ante algunos sustantivos femeninos?

Los sustantivos que comienzan por el fonema /a/ tónico llevan el artículo el o un en vez de la o una, cuando se dan las siguientes condiciones:

a) este sustantivo pertenece al género femenino;
b) este sustantivo está en singular;
c) el artículo va inmediatamente delante del sustantivo.

El uso de el o un ante sustantivos femeninos en singular encabezados por a_ tónica (grafía a_ o ha_) no implica un cambio de género. Los sustantivos correlacionan, por lo tanto, con adjetivos femeninos.

Algunos ejemplos:

ALMA
El alma pura ---> Las almas puras
Un alma pura ---> Unas almas puras

ÁNIMA
El ánima bendita ---> Las ánimas benditas
Un ánima bendita ---> Unas ánimas benditas

AGUA
El agua cristalina ---> Las aguas cristalinas
Un agua cristalina ---> Unas aguas cristalinas

AULA
El aula luminosa ---> Las aulas luminosas
Un aula luminosa ---> Unas aulas luminosas

ARMA
El arma blanca ---> Las armas blancas
Un arma blanca ---> Unas armas blancas

HAMBRE
El hambre canina ---> Las hambres caninas
Un hambre canina ---> Unas hambres caninas

HABLA
El habla clara ---> Las hablas claras
Un habla clara ---> Unas hablas claras

HACHA
El hacha peligrosa ---> Las hachas peligrosas
Un hacha peligrosa ---> Unas hachas peligrosas

ÁGUILA
El águila guerrera ---> Las águilas guerreras
Un águila guerrera ---> Unas águilas guerreras

ALA
El ala pequeña ---> Las alas pequeñas
Un ala pequeña ---> Unas alas pequeñas

AVE
El ave voladora ---> Las aves voladoras
Un ave voladora ---> Unas aves voladoras

ANCLA
El ancla pesada ---> Las anclas pesadas
Un ancla pesada ---> Unas anclas pesadas

ÁREA
El área protegida ---> Las áreas protegidas
Un área protegida ---> Unas áreas protegidas

HADA
El hada generosa ---> Las hadas generosas
Un hada generosa ---> Unas hadas generosas

(H)ARPA
El arpa melodiosa ---> Las arpas melodiosas
Un arpa melodiosa ---> Unas arpas melodiosas
Más ejemplos: ACTA, ALGA, ARIA, ASA, AURA, HABA, HAMPA, entre otros.

Cuando el uso del diminutivo afecta la acentuación de la palabra y el sustantivo femenino singular no comienza con /a/ tónica, se utilizan los artículos femeninos la o una.
Ejemplo: 
El agua tibia / Un agua tibia ---> pero La agüita tibia / Una agüita tibia.

En el caso de los compuestos de sustantivos femeninos (como ave / avemaría y agua / aguamarina) cuyo primer elemento, tomado por separado, comienza con /a/ tónica, a diferencia de la forma compuesta, que comienza por el fonema /a/ átono, el uso de los artículos es fluctuante. 

Para la palabra avemaría la RAE reconoce el uso habitual de los artículos el y un en concordancia con el sustantivo singular:

AVEMARÍA [oración a la Virgen María]
El avemaría ---> Las avemarías
Un avemaría ---> Unas avemarías
Aunque recomienda el uso de la y una para el sustantivo en singular.
Cf: http://lema.rae.es/dpd/srv/search?key=avemar%EDa 
 
La RAE también recomienda el uso de los artículos la y una para las palabras aguamarina y aguamala (aguaviva), puesto que, a diferencia del sustantivo agua, no comienzan con a_ tónica. 

AGUAMARINA [gema, piedra preciosa]
La aguamarina ---> Las aguamarinas
Una aguamarina ---> Unas aguamarinas

AGUAMALA / AGUAVIVA (Argentina) [medusa]
La aguaviva ---> Las aguavivas
Una aguaviva ---> Unas aguavivas





Un caso especial es el sustantivo ARTE, que en singular es masculino (con excepción de El Arte poética [Horacio: Ars poetica]); y en plural es femenino:

El arte gótico. El arte moderno. El arte refinado.
Pero ---> 
Las artes plásticas. Las artes escénicas. Las bellas artes.

La regla general es que ante un sustantivo femenino en singular que empieza con a- o ha- tónicas se emplean solamente los artículos el (determinante) y un (indefinido), siempre y cuando estos artículos precedan inmediatamente al sustantivo. Pero cuando entre el artículo y el sustantivo se intercala, por ejemplo, un adjetivo, se emplean la y una: La misma agua; Una afilada hacha.

Más ejemplos:

El alma inmortal / Un alma inmortal.  
Pero ---> La inmortal alma ---> Una inmortal alma

El hacha pequeña / Un hacha pequeña. 
Pero ---> La pequeña hacha ---> Una pequeña hacha

El arma poderosa / Un arma poderosa.  
Pero ---> La poderosa arma ---> Una poderosa alma 

El habla incomprensible / Un habla incomprensible.  
Pero ---> La incomprensible habla ---> Una incomprensible habla

En plural, estos sustantivos llevan el artículo femenino normal: Las almas inmortales; Las armas poderosas.

Cuando el sustantivo femenino comienza con fonema /a/ átono, correlaciona con los artículos femeninos la y una: la abeja / una abeja; la avispa / una avispa; la almendra / una almendra; la alegría / una alegría.

Ante adjetivos que comienzan por a- tónica se usan los artículos femeninos la y una: La alta jerarquía eclesiástica. Una ardua tarea. La árida llanura. Una áspera respuesta.

Más información:



El Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE señala que “El artículo femenino la toma obligatoriamente la forma el cuando se antepone a sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica (gráficamente a- o ha-) […] Hay que señalar, no obstante, que la forma el es, en determinados casos y por herencia histórica, una variante del artículo femenino la. […] Aunque esta forma es idéntica a la del artículo masculino, en realidad se trata, en estos casos, de una variante formal del artículo femenino.

El artículo femenino la deriva del demostrativo latino illa, que, en un primer estadio de su evolución, dio ela, forma que, ante consonante, tendía a perder la e inicial: illa > (e)la + consonante > la; por el contrario, ante vocal, incluso ante vocal átona, la forma ela tendía a perder la a final: illa > el(a) + vocal > el; así, de ela agua > el(a) agua > el agua; de ela arena > el(a) arena > el arena o de ela espada > el(a) espada > el espada. Con el tiempo, esta tendencia solo se mantuvo ante sustantivos que comenzaban por /a/ tónica, y así ha llegado a nuestros días. 

El uso de la forma el ante nombres femeninos solo se da cuando el artículo precede inmediatamente al sustantivo, y no cuando entre ambos se interpone otro elemento: el agua fría, pero la mejor agua; el hacha del leñador, pero la afilada hacha. En la lengua actual, este fenómeno solo se produce ante sustantivos, y no ante adjetivos.”  

Ante sustantivos femeninos que comienzan con a_ tónica se usa el indefinido un y frecuentemente sus compuestos algún y ningún (apócopes): un alma, algún hada, ningún arma. Pero es incorrecto utilizar las formas masculinas de los demostrativos este, ese y aquel: *este alma, *ese hada, *aquel arma (se dice esta alma, esa hada, aquella arma). 

Excepciones al uso de la forma el del artículo ante sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica:

Letras del alfabeto. Se usa la y no el ante los nombres de las letras a, hache y alfa. Ejemplo: La a es una vocal abierta.

Ante los nombres propios de mujer, cuando llevan artículo. Ejemplo: Ya no es la Ana que conocí.

Ante las siglas. Ejemplo: La AFA (Asociación Argentina de Fútbol).

En el caso de los sustantivos que comienzan por /a/ tónica y designan seres sexuados, si tienen una única forma, válida para ambos géneros, se mantiene el uso de la forma la del artículo cuando el referente es femenino, ya que este es el único modo de señalar su sexo: la árabe (la forma masculina es el árabe).

Si se trata, en cambio, de sustantivos de dos terminaciones, una para cada género, la tradición nos ha legado el uso de la forma el del artículo ante el nombre femenino, como en el caso de ama. El ama de casa (femenino). El amo del campo (masculino).

Cuando el artículo acompaña a topónimos femeninos que comienzan por /a/ tónica, su uso es fluctuante. Con los nombres de continentes se usa el: El África negra; El Asia milenaria. Con los países generalmente se usa la: Se crió en la Austria católica; al igual que con las ciudades: Vivió en la Ámsterdam moderna. La ciudad de La Haya incluso tiene el artículo la como parte de su nombre.

Más información:



Historia de la lengua

Como se ha explicado, ante sustantivos femeninos en singular encabezados por el fonema /a/ tónico, se utiliza el determinante el y el indefinido un, aunque su uso no implique un cambio de género. El uso de estos artículos se relaciona con la evolución del latín al español:

Conviene recordar que las formas el y un que combinan con palabras femeninas que empiezan por a (ha) tónicas son históricamente femeninas, pues proceden de los femeninos latinos illam (> ell> el(a)), unam (> un(a)). Por ello, hay que hablar de unas formas el, un masculinas (el niño, un niño), y otras femeninas (el alma, un alma)”. (Gómez Torrego, L.: Manual de español correcto. Madrid: Arco/Libros, 1991, vol. 2, pp. 39 y 41).

“En realidad, el artículo el (de el hada) no tiene el mismo origen que el artículo masculino el (de el río). El castellano, en la Edad Media, contaba con un artículo masculino elo (del latín illum) y otro femenino ela (del latín illa). Este último, por motivos eufónicos, perdía la vocal final el(a) cuando le seguía un sustantivo que comenzaba por vocal, evitando el encuentro de las dos vocales. Con el paso del tiempo, este proceso se ha restringido a sustantivos femeninos que comienzan por a o ha tónicas. De ahí que la forma correcta del artículo en el hada, así como en el agua, el hacha y el alma, corresponde al uso de el, entendido como una variante femenina y no masculina. Esto lo podemos comprobar al ver que la concordancia afecta también al adjetivo que acompaña a estos sustantivos femeninos: el hada generosa, el agua contaminada, el hacha afilada y el alma inquieta” (cf: http://castellanoactual.com/el-hada-o-la-hada/ ).